Retinol: ¡Todo lo que necesitas saber!

¿Qué son los retinoides?

Retinoides es el nombre que se da a todo el conjunto de principios activos cosméticos derivados de la vitamina A que, aplicados sobre la piel, se transforman en ácido retinoico. Algunos de estos derivados son más efectivos y sensibilizantes que otros.

Dentro de esta familia de retinoides los más utilizados en productos cosméticos son el retinol, el palmitato de retinilo (palmitato de retinilo ), el propionato de retinilo (propinoato de retinilo) y el retinaldehído (retinaldehído).

Beneficios del Retinol y Otros Derivados de la Vitamina A

Algunos de los beneficios más conocidos son:

Aumentan la producción de colágeno y elastina, lo que significa que refuerzan la estructura de la piel, provocando una disminución de las arrugas y líneas de expresión.
Potencia la renovación celular mejorando la textura, el aspecto y el aspecto de la piel. Asociado a este efecto, hay una mejora en las imperfecciones de la piel como puntos negros y poros obstruidos.
Reducen la producción de melanina, lo que mejora la apariencia de las imperfecciones.
Regular la producción de sebo.

¿Cómo incluir el retinol en la rutina de belleza?

A pesar de ser ingredientes estrella en la lucha contra el envejecimiento de la piel, los retinoides pueden causar algunos efectos adversos en la piel y, por ejemplo, no pueden ser utilizados por mujeres embarazadas.

Es normal que en los primeros usos la piel se sienta más sensible, tirante, descamada e irritada, aun así, estos efectos pueden ser minimizados si su uso es correcto, iniciado de forma paulatina y junto con los productos adecuados.

Por tanto, el retinol se debe aplicar por la noche sobre la piel muy seca y se debe esperar unos 10 minutos antes de continuar con el resto de la rutina (por ejemplo en el caso de un sérum). Al día siguiente debes priorizar una rutina con productos hidratantes y sin olvidar nunca la protección solar.

La introducción de cosméticos con retinol u otros derivados de la vitamina A debe ser lenta y progresiva para favorecer la adaptación de la piel y reducir la probabilidad de irritación. En una fase inicial, también debe evitarse el uso concomitante con otros principios activos, como los alfa-hidroxiácidos.